- La era de la burocracia
- La Construcción
- Chile Independiente
- Los presidentes se instalan en La Moneda
- El siglo XX
- Ver todo
Los presidentes se instalan en La Moneda

La Moneda en 1824, según Schmidtmeyer
Luego de que los gobernantes coloniales se fueron con la cola entre las piernas, los presidentes chilenos heredaron el Palacio de la Real Audiencia (actual Museo Histórico Nacional). Pero por más que lo restauraban y alhajaban, el espacio era chico para el ejercicio de la presidencia, y no era lo suficientemente majestuoso. Para colmo, sus paredes cargaban con la presencia de todos los gobernadores que pasaron por allí.
En 1845 el presidente Manuel Bulnes decidió trasladar la residencia de los mandatarios, y las oficinas de gobierno a la Casa de Moneda, aduciendo la ruina en que se encontraba el Palacio de la Real Audiencia (quién diría que iba a resisitir hasta los hoyos del Metro). Además alegaba que los archivos de la República estaban muy inseguros, separados sólo por un tabique de madera de la cárcel pública.
Hubo que trasladar a todos sus funcionarios, y darles plata para arrendar casa. Hasta el Capellán de la Casa de Moneda fue reemplazado por el Capellán de la Presidencia.

La Moneda en 1850, según Molinelli
El terremoto de 1822 había dañado bastante el edificio, por lo que había sido recientemente refaccionada por una cuadrilla de ingenieros y maestros. Las dependencias ocupadas por el superintendente, al oriente del portón principal, pasaron a ser la residencia de los jefes de estado. El sector poniente, originalmente asignado al tesorero y su familia, fue destinado a dependencias de los ministerios.
No se conoce el detalle de las transformaciones que se hicieron en esa época, pero se supone que no fueron estructurales, y que más bien se encaminaron a redecorar espacios, incluir algunos tabiques y cerrar o abrir vanos. O sea una remodelación a la chilena.
Obviamente que la residencia de los presidentes se decoró y adornó a la altura que correspondía, pues había que hacer recepciones oficiales. Se instalaron amoblados, cortinajes y espejos traídos de París por el entonces embajador ante las cortes europeas, de quien se decía que era el mejor conocedor de arte de la época.
El Palacio se dividió desde entonces en tres sectores: residencia de los presidentes, sede de gobierno y Casa de Moneda, la que siguió ocupando el sector sur del edificio, con sus hornos, chimeneas y calderas.

La Moneda en 1870
El Presidente Bulnes se trasladó en 1846 a la Moneda, y su señora fue quién lideró la vida social desde aquí. Cuatro años más tarde un fuerte terremoto dañó unos cuantos edificios en Santiago, incluida la Moneda (otra vez).
El siguiente presidente, Manuel Montt, tuvo que asumir los arreglos; pero tuvo la mala pata de tener que soportar además un incendio, en marzo de 1855, que destruyó unas cuantas habitaciones por el lado de Morandé, donde residía su familia.
En 1858 se reemplazó el encalado de sus muros exteriores por un fino estuco de yeso, que se pintó al óleo en las fachadas de Morandé, Moneda y Teatinos (para que vean que la remodelada del año 2000 no tenía nada de raro).
El presidente José Joaquín Pérez no quiso vivir en la Moneda, así que la chuchoca social se trasladó a su vivienda particular. Federico Errázuriz Zañartu siguió su ejemplo.

Patio de Honor con Jardines,1870
Anibal Pinto, elegido en 1871, volvió a ocuparla, pues no tenía una casa propia en la capital. Él y su familia llegaron a hacer vida familiar, las tertulias políticas no tuvieron mucha cabida en sus salones. Pero la guerra del Pacífico vino a alterar la calma, y la casa de gobierno fue el centro de la actividad de la campaña. En la lluviosa noche del 21 de mayo de 1879, se dió cuenta desde sus balcones del desastroso combate de Iquique.
El sucesor en el gobierno, Domingo Santa María, no hizo uso de las habitaciones residenciales.
El siguiente presidente, José Manuel Balmaceda, habitó en la Moneda, y realizó numerosos cambios. Fue refaccionada completamente, fue dotada de los adelantos de la época y redecorada en los sectores de recepciones oficiales. Se techó con estructura metálica el patio de la Presidencia y se decoró el famoso salón rojo.
Ninguno de los 2 presidentes que le siguieron, al terminar el siglo XIX, vivieron en la Moneda… quizás pensando que era yeta, tomando en cuenta el fin de Balmaceda.
una acotación, la otra casa de moneda no estuvo en coquimbo, sino en La Serena precisamente en la esquina entre las actuales calles Prat y Balmaceda a un costado de la iglesia la merced. generalmente en los antiguos libros se le llamaba coquimbo a la ciudad de La Serena indistintamente puesto que la actual ciudad de coquimbo era en esos años una aldea de pescadores y realmente se hacia referencia al rio elqui, al norte de la ciudad, tambien llamado rio coquimbo antiguamente.
buena pagina. felicitaciones.